LOS CHAPULINES DE LA POLITICA

POR: J. OLVERA

El día de ayer nos enteramos por los medios de comunicación electrónicos y es escritos que un senador del partido de la Revolución Democrática dejo su bancada, para pasarse a la del Partido del Trabajo.

Esta practica de brincar de un partido a otro se convirtió en practica cotidiana en la década de los 90´s.

Fue mas evidente en el partido Revolucionario Institucional, en virtud de contar con un mayor control político que le permitía acceder en forma mayoritaria a ambas cámaras, la de senadores y diputados.

La lucha por las candidaturas en el PRI era férrea y despiadada y en algunos casos cuando un aspirante, no lograba su objetivo se iba del PRI a otro partido donde le daban la oportunidad de ser candidato.

Lo anterior no tendría nada de significativo si los actores del proceso que señalamos anteriormente, fueran nuevos o recién llegados al PRI.

Lo que es de llamar nuestra atención, son aquellos expriistas, que habiéndoles dado múltiples oportunidades en el PRI, al sentir que no lograban una nueva candidatura, se transformaban en victimas y denostaban al partido que los había formado, que les había dado múltiples oportunidades de candidaturas, que los había cobijado con el manto de su sistema político, en el cual había vivido el expriista, disfrutando las mieles de un partido poderoso y por que no decirlo, muchas veces hasta generoso. Todo marchaba a pedir de boca para el expriista mientras fueran atendidas sus aspiraciones y a veces hasta sus caprichos.

El problema pues surgía, cuando alguien no lograba su objetivo de ser candidato, todo esto que comentamos puede sonarnos normal o natural.

Y ahora resulta, que muchos pseudo políticos brincan de un partido a otro esquilmando a estos con su imagen política. Los militantes de trayectoria de esos partidos políticos, reconocen ahora el costo que implicó, abrirle las puertas a estos "bucaneros de la politica".

En nuestra opinión se debe legislar en materia electoral, para que como requisito indispensable, se requiera mínimo de un año de militancia efectiva y probada en un partido político para acceder a cualquier candidatura, de esta manera se privilegia la carrera de partido y se les cierra el paso a los desleales y aventureros de la política.

La gratitud es una virtud que el ser humano debe practicar en todas sus actividades, la lealtad es una practica que cotidianamente deben realizar los verdaderos políticos.